H.R. de 26 años de edad. Soltero. Acude nuestra consulta médica privada con el siguiente relato: Doctor, desde hace aproximadamente tres semanas vengo notando un picor intenso en todo el cuerpo, que es más fuerte de noche y me impide dormir o me despierta con muchas ganas de rascarme; donde más me pica es en las caderas, genitales, codos y muñecas. A pesar de tomar antihistamínicos y ponerme cremas antialérgicas que me recomendó mi médico de cabecera, voy de mal en peor. Creo que todo empezó tras pernoctar en un hotel hace semanas y tener relaciones con una chica que conocí esa noche.
Un caso de picor corporal de ritmo nocturno, en las zonas mencionadas y con pobre respuesta a los antialérgicos habituales, debe despertar en el médico la sospecha de una condición infectoparasitaria: sarna (escabiosis), ladillas (pediculosis pubiana) o ambos.
La sarna es debida a la presencia de un ácaro de nombre "sarcoptes scabiei hominis". Habitualmente se contagia por contacto directo, cuerpo a cuerpo, por lo que se incluye en la clasificación de las enfermedades venéreas o de transmisión sexual o bien por contacto con prendas contaminadas: sabanas, vestidos, toallas, etc. De allí que sea frecuente el contagio múltiple en una misma familia o convivientes. El período de incubación varía entre una y varías semanas. El síntoma clave, es el picor (prurito) que si bien es difuso, no afecta la cara, el cuello, espalda ni cuero cabelludo. En los hombres adultos, afecta de preferencia la zona genital, las muñecas, los entre dedos, las nalgas, en la mujer la zona de los pezones (areolas mamarias), axilas y en los niños (bebés) la planta de los pies.
Si no se diagnostica y se trata correctamente, pueden surgir complicaciones como una infección secundaria de la piel por bacterias, hongos o ambos, foliculitis, furúnculos, abscesos y dermatitis (Eccema). También es posible complicaciones fatales como una nefritis. Las sarnas animales pueden transmitirse al hombre, pero las lesiones son más localizadas y pueden curar espontáneamente. Son más rebeldes las que proceden de animales de granja (cordero, caballos) que las de animales domésticos.
El médico que enfrenta tal situación, debe valorar los síntomas. El hecho de que el picor era intenso particularmente de noche, su localización en nalgas, genitales y que su novia también empezaba a quejarse de molestias, orientaba el diagnóstico hacía un caso de Sarna o Escabiosis. Se confirmó en la consulta médica al demostrar microscópicamente la existencia de parásitos y huevos en la piel.
Es muy importante por parte del médico, hacer un buen examen clínico y microscópico en la búsqueda de infecciones del glande, uretra, ano, boca, comprobar la coexistencia de otras lesiones como verrugas, rojeces, descamación, etc, así el paciente niegue relaciones de riesgo, pues es muy frecuente su asociación con otras enfermedades de transmisión sexual.
El tratamiento puede ser tópico, oral o mixto y se deben seguir esquemas muchas veces diferentes al que proponen los prospectos medicamentosos si se quiere alcanzar la curación. La familia entera y/o convivientes deben ser examinados o tratarse conjuntamente para evitar los recontagios.
